Si eres de los que se pasa el día aporreando el teclado y realizas 20 gestiones en simultáneo porque no puedes subcontratar y menos contratar a nadie, sabrás de lo que te hablo.
Las pymes y en especial profesionales autónomos que hemos optado por el autoempleo, nos encontramos permanentemente ante el reto de solucionar lo urgente en detrimento de lo importante.
Me he encontrado con empresas que después de dos años desde el primer contacto, siguen sin encontrar tiempo para asumir el compromiso ineludible de garantizar la protección de datos de sus clientes.
Eso me obliga a hacerme algunas preguntas:
- ¿Estoy transmitiendo bien la importancia de este servicio?
- ¿Me están tomando el pelo esas empresas?
- ¿Les gusta escuchar mi voz y por eso me obligan a llamarlas cada cierto tiempo?
O realmente, no saben priorizar y resolver algo que solo puede beneficiarles.
El don de la procrastinación y el aplazamiento indefinido
Uno de los errores mas caros y repetidos es la procrastinación. Aplazamos la toma de decisiones hasta que no nos queda mas remedio o es demasiado tarde.
Con la LOPD ocurre en infinidad de ocasiones, los expedientes sancionadores dan cuenta de todas esas empresas que en su día pensaban que la adecuación de sus web podía esperar.
¿Acaso no es una decisión relevante para sus negocios? ¡Desde luego! No solo porque están exponiendo sus negocios a un riesgo innecesario, sino porque eligen hacer las cosas mal teniendo la posibilidad de hacerlas bien. Absurdo verdad? Pero así están las cosas, así nos van las cosas también.
El cortoplacismo consiste en:
[resolver lo inmediato] en una funcionalidad muy parcial. Cegados por ella, acabamos haciendo lo que no nos conviene y que, en último término, se vuelve contra nosotros
Luis Huete
Asumir una cultura de calidad y responsabilidad frente al tratamiento de la información personal que recogemos supone una transformación para las empresas. Una transformación que muchas empresas siguen resistiéndose a acometer y que pone en peligro su supervivencia.
Esos procesos de cambio han traído siempre ventanas de oportunidades para crecer y para romper las posiciones relativas de los competidores. En esos cambios se encuentra el inicio de muchos procesos de decadencia o de impulso de las empresa
Luis Huete [énfasis mio]
Las empresas que no apuestan por la transformación estrangulan sus posibilidades de crecimiento y les dan una oportunidad de ventaja a sus competidores más consientes de esta necesidad.
No obstante, muchas empresas y autónomos se siguen aferrando a viejas prácticas del pasado, insistiendo en la mediocridad y con una fuerte resistencia a aceptar el cambio de paradigma en las tecnologías de la información que implican cambios de estrategia y conocimiento por parte de las empresas.
“Ello hace que casi todas las empresas necesiten de una puesta a punto seria y profunda que impulse su capacidad de competir con más éxito en los mercados […] Lo vemos constantemente. Empresas que pierden su vigor y se deslizan hacia la mediocridad porque sus líderes omiten el trabajo de reinventarlas. También vemos como, con un nombre u otro, muchas empresas ponen en marcha periódicamente procesos de transformación complejos con el ánimo de lograr cambios internos que permitan hacer frente a los nuevos desafíos de la demanda, la tecnología o la legislación”
Luis Huete [énfasis mio]
El sociedad de la información, la reputación es un favor imprescindible, estar al margen de las adecuaciones que requiere la actual legislación en cuanto a protección de datos, política anti spam, confidencialidad, etc. es apostar por tu marca, conseguir que se diferencie, socializar tu prestigio ofreciendo excelencia y profesionalidad.
Y por último, si quieres conseguir sobrevivir en la sociedad de la información no tendrás más remedio que asumir que la protección de datos debe ser una urgencia y una decisión para postergar.
Luis Huete: El desafío de liderar procesos de transformación
¿Que clase de profesional eres tu? ¿Resuelves o procrastinas?