Hoy le toca el turno a la relación entre la LOPD y el vídeo
LOPD y el vídeo, un debate necesario, y para eso te traigo a uno de los mayores expertos en el mundo del vídeo marketing y uno de los clientes con quién más he disfrutado trabajando.
Si hablamos de vídeo, de imagen, de comunicación audiovisual, hay pocos nombres que acumulen la trayectoria del invitado del día.
Te dejo en compañía del inefable Pepe Romera para que te explique de primera mano, como impacta la LOPD en el mundo del vídeo y cómo un profesional del mundo de la imagen y el vídeo puede y debe integrar la LOPD en su trabajo.
¿Crees que la LOPD y el vídeo no tienen nada que ver? Sigue leyendo por favor.
Sin almidón, sin discurso encorsetado, sin jerga ortopédica, Pepe Romera y su relato particular sobre La LOPD y el vídeo.
La indisociable relación entre LOPD y vídeo
Y aunque parezca mentira, todavía hay empresas que no lo saben.
Yo llevo toda la vida pegado a la comunicación en vídeo y a la docencia. He trabajado en productoras, televisiones, universidades y academias, donde he visto de todo (pero de todo-todo) en cuanto a la gestión de los derechos de las personas que eran grabadas o fotografiadas.
Pero vayamos por partes.
Cuando alguien saca una cámara delante de ti, lo siguiente que debe poner sobre la mesa es un contrato y un bolígrafo. Tenemos que tener claro que en el momento que esa persona te graba o fotografía, empieza a comerciar con algo que en realidad no le pertenece: tu imagen. Debe estar seguro de que nosotros hemos dado nuestro expreso consentimiento para ello, y eso debe hacerse en un contrato reglado.
Pero visto lo visto, parece que no es importante.
El mundo de la imagen y su apatía a la LOPD, historias para no dormir
Dejadme que os cuente las cosas que he visto (como diría el replicante, “he visto cosas que vosotros no creeríais”).
Empresas que directamente desconocen lo que es la LOPD. Y no hablo de empresas pequeñas, sino de grandes empresas. Aquellas que te contratan para realizar una campaña de vídeo marketing, y en ningún momento te preguntan o se molestan por el hecho de que vas a trabajar con su imagen.
Toca sacar el tema forzadamente, y a menudo la respuesta es un desprecio hacia la ley orgánica, al ritmo de “eso de la LOPD es un saca cuartos”.
Empresas muy listas que se apropian de tu imagen. Esto aún sucede en una academia en la que he trabajado varias veces. Como se encuentran siempre en continua promoción, gustan de ver a sus alumnos y alumnas en su web, sus vídeos y sus carteles. Esto supondría muchas autorizaciones, por lo que directamente incluyen una casilla en sus hojas de admisión en los cursos que automáticamente cede los derechos de imagen del alumno para promoción. Cuando pregunté qué pasaba si un alumno o alumna no marcaba la casilla para ceder esos derechos, me contestaron: “entonces es muy sencillo, no entra en el curso”.
Blogs que recogen tus datos y hacen lo que quieren con ellos
Y eso lo hacen prácticamente todos, me temo. Hablo de los famosos blogs que a cambio de tu mail te regalan un “libro” (suele ser un pdf con 10 páginas), pero no te dicen cuales son tus derechos en cuanto a qué demonios se va a hacer con esa información. A esto habría que sumar todo lo que recaban las cookies, pero eso es otra historia.
Todos ellos se limitan a incluir un texto, a menudo copiado de otra web, en el que dan una información muy bonita pero de poca utilidad, ya que no están dados de alta en la AEPD, lo que significa que esa información es papel mojado.
Productoras de vídeo que utilizan tu imagen pero ni ellos saben qué significa eso. Por lo que yo he podido ver, cuando alguien encarga un vídeo promocional a una empresa, poco o nada se preocupa ninguna de las partes por aquello que más debería preocuparles: el realizar una buena gestión de la imagen de su cliente.
Llega el día de la grabación, se encienden los focos, se colocan los micros, y comienza la magia, pero… ¿y luego qué?, ¿a dónde va ese vídeo?, ¿estamos seguros?, ¿a quién corresponde esa responsabilidad?
En fin, muchas cosas, demasiadas incertidumbres y un riesgo exageradamente alto de que caiga una sanción. En mi caso soy un poco todos los casos anteriores, ya que grabo a mis clientes, imparto formación y además recojo información en mi blog a cambio de una suscripción.
Es por eso por lo que me puse en manos de una profesional como Marina. No es peloteo, pero en este caso tengo que recurrir a la tan manida frase que dice “no hay mejor almohada que una conciencia tranquila”, y es que no se puede tener más razón.
El riesgo es demasiado alto, ya que con que una persona, ya sea un cliente o un suscriptor, o un peatón que pasaba por ahí cuando sacaste tu teléfono y empezaste a grabar, decida ejercer sus derechos, puede destaparse lo mal que la empresa tenga gestionado este asunto.
Conclusión : ¿Eres un profesional de la Imagen? No te olvides de la LOPD
No os la juguéis, video marketers, sacar un papel y un boli y que todo esté respaldado por un protocolo completo en la gestión de esas imágenes, cláusulas correctas para recoger el consentimiento de los titulares de esas imágenes, contratos específicos de sesión y de encargo, medidas de seguridad para gestionar esa información, un fichero dado de alta como está mandado y todos los elementos necesarios para garantizar los derechos a todas las personas relacionadas con nuestra marca.
Dormiréis más tranquilos. Yo lo hago.
¿Tienes más dudas sobre la LOPD y el vídeo marketing? ¿Han utilizado tu imagen sin tu consentimiento?
¡Cuenta!
2 comentarios
Gracias por dejarme participar en tu blog, y por tu excelente trabajo! 🙂
Gracias a ti Pepe por ser un ilustre cliente y animarte a contar tu peculiar relato con la LOPD y el video Marketing.
Un fuerte abrazo