Emplacé a Mercè Dot, una marketer de primera línea, a debatir sobre privacidad desde la perspectiva del marketing.
Quería saber como se enfrenta un marketer al mundo de la privacidad, que lugar ocupan sus prejuicios a la hora de integrar la legalidad en materia de protección de datos en su trabajo, que tipo de dudas le asaltan y cómo cree que pueden afectarle en su trabajo.
Mercè Dot, es una profesional acostumbrada a grandes retos, especializada en Marketing Digital, Reputación Online Estrategia y optimización en Medios Sociales, entre otras cosas, era la persona perfecta para abordar este desafío, y vaya si lo ha hecho.
Privacidad en la era digital ¿estado imposible?
De todas las posibles definiciones de Marketing, la que más me gusta es esta:
“Marketing es el conjunto de actividades destinadas a lograr la satisfacción del consumidor mediante un producto o servicio, consiguiendo con esto un beneficio para la empresa»
La tecnología digital ha cambiado al cliente, al mercado y en consecuencia al marketing. Actualmente el cliente puede obtener todo tipo de información de forma muy fácil, por lo que se ha vuelto más crítico y poderoso.
El mercado, por su parte se ha adaptado y crecido dentro de esta tecnología, con presencias mayores o menores dependiendo de la empresa y del sector, llegando en algunos casos a ser el porcentaje online el 100% del negocio. Lógicamente el marketing, medio de unión entre los dos entes, ha tenido que desarrollarse y evolucionar dentro de la tecnología digital.
Conocer mejor a tu consumidor y entender cuáles son sus necesidades es clave para poder darle en cada momento el contenido que le interese.
Pero, ¿conocemos realmente a nuestros clientes?
¿Qué sabemos de ellos?
Para responder a estas preguntas las compañías utilizarán CRM (Customer Relationship Management). Con el CRM las empresas conseguirán reunir y analizar información sobre sus clientes, y posteriormente distinguir sus preferencias y necesidades, e incluso les permitirá predecir comportamientos de la audiencia gracias a análisis estadísticos complejos.
Diríamos que, si el fin justifica los medios, hemos llegado al punto de “espiar” a nuestros clientes con el fin de poder satisfacerles.
Hasta aquí, aunque criticable, sería justificable el hecho de recopilar datos e información de nuestros consumidores.
Pero el ser humano es ambicioso por naturaleza, por lo que el paso siguiente es natural:
¿porqué no podemos tener acceso a información de otros usuarios del mundo digital para conseguir que sean clientes nuestros?
Y aquí termina la era de la privacidad.
¿dónde está el límite?
¿Hasta que punto tenemos derecho a crear bases de datos con información personal y privada de usuarios de la red?
Es cierto que existen condicionantes legales para el tratamiento de datos, enmarcados en la Ley de Protección de Datos.
¿Cuál es la finalidad de uso de la información? ¿Por cuánto tiempo la quiero almacenar?….
Pero también es cierto que el control de estas bases de datos no es fácil, y además las leyes dependen de cada país, y como sabemos los datos son globales, por lo que la dificultad de control aumenta exponencialmente.
Desde el punto de vista empresarial es evidente el beneficio que se obtiene con esta información, la inversión en publicidad es mucho menor ya que se utiliza Marketing Directo para impactar a un público afín al producto o servicio que se publicita, pero desde el punto de vista del usuario,
¿es justo que sus datos, intereses y aficiones, costumbres, etc estén a merced de quien quiera adquirirlos?
¿es aceptable que haya dispositivos preparados para examinar su información privada sin autorización previa?
¿cuál es el beneficio que obtiene al usuario?
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